sábado, 20 de octubre de 2012

DOS LEYENDAS DE MOTA DEL CUERVO


1.                              LEYENDA DEL CUERVO Y LOS DOS AMANTES

Mota está situada al comienzo de la provincia de Cuenca. Tiene siete molinos de viento que la presiden y por eso se llama el “Balcón de la Mancha”,  pues se divisan desde allí numerosos pueblos de la región. Uno  de los molinos está dedicado a Goethe y otro a Francisco Grillparza. En el escudo municipal hay un castillo y un cuervo.

Proverbial es

la inteligencia del

cuervo, presente en

múltiples cuentos y

leyendas de todo

 el mundo.

La historia comienza en plena Edad Media. Ésta es  la leyenda de los amores entre un moro y una joven cristiana a la que conoció en la ribera del río Zaucara. Cuentan que el moro quiso hacer suya a la bella cristiana, pero al no ser de la misma religión ese amor no iba a ser consentido. Enterado el padre del joven moro llamado Alí, con el fin de impedirlo a toda costa, mandó al joven a Sevilla. Mientras tanto, encerró en el castillo a la joven cristiana, tapiándola y dejándole tan solo un ventanuco para que le entrara la luz y darle un poco de pan y agua para que comiera, pensando así, el perverso mahometano que la joven moriría pronto. Con lo que no contó es con que todos los días un cuervo habría de llevarle comida a través del ventanuco.






Los hermanos de la joven no hacían más que culpar de la desaparición al joven moro. Entonces, Alí se dio cuenta de lo que podía haber hecho su padre y pensó en buscar a la joven cristiana. Juró que si la encontraba con vida se convertiría al cristianismo. Alí la encontró y la joven estaba todavía viva. Corrieron los dos a abrazarse con la mala suerte de que la cristiana fue herida mortalmente por una flecha de un traidor que les espiaba. Entonces Alí, al ir a socorrerla, fue herido también y murió junto a su amada.

De aquí se dice que viene el nombre de Mota del Cuervo.


2.
                                  LEYENDA DE LA VIRGEN DE MANJAVACAS

Cuentan que unos arrieros portaban con unos bueyes una imagen de la Virgen, dirigiéndose hacia Toledo, procedentes de  Valencia. Pararon a dormir en las orillas de la Laguna de Manjavacas. A la mañana siguiente, cuando los carreteros intentaron seguir, vieron que los bueyes no andaban y empezaron a pegarles con todas sus fuerzas. Pero éstos no daban ni un paso. Fueron a buscar otros bueyes pensando que los otros estaban cansados y volvió a ocurrir lo mismo,

solo andaban cuando bajaban a la Virgen del carro.

Aquella gente dejó allí a la Virgen pensando que sería ésta su voluntad. Más tarde la gente de allí le dedicó un templo y la población de los alrededores se hizo muy devota de la Virgen. Sin embargo, una epidemia les hizo abandonar Manjavacas, dirigiéndose unos a Mota del Cuervo, y otros al pueblo de al lado, llamado Pedro Muñoz, y planteándose el dilema de con quién iría la Virgen. Empezaron a discutir y decidieron llevarla al pueblo más cercano, que fue Mota. Lo que pasó es que los de Pedro Muñoz no estaban muy conformes. Entonces intentaron llevarse a la Virgen, pero los de Mota, que fueron más rápidos, cogieron la imagen y a toda velocidad se la llevaron para Mota. Aunque otros mantienen que los de Pedro Muñoz robaron la imagen. Lo que pasó es que, como ocurriera con los bueyes, los pies parecían clavárseles al suelo y no podían dar ni un paso. Sin embargo, los de Mota la cogieron  y cada vez tenían más fuerza y corrían más y más hasta llegar al pueblo. 

Romería de la Virgen de Manjavacas

 De aquí se dice de que a La Virgen se le puso el nombre de Manjavacas por la laguna, y la tradición en las fiestas patronales consiste en llevarla corriendo hasta el pueblo que está situado a siete kilómetros para las fiestas, para luego, a los quince días, volver a llevarla corriendo los anderos hasta su templo. La verdad: es digno de ver.

(Recogida de la tradición oral de su pueblo por Cristian Mayordomo

2º E.S.O. C     I.E.S. LUIS DE LUCENA)


 

 


 

 


 

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